Carta del Director General

Un atinado periodista dijo: “el país de hoy no es el que ve bajar a los inmigrantes de los barcos; es el de los argentinos que se suben a los aviones para buscar su futuro en otro lado”.

El éxodo silencioso que ocurre todos los días muestra que la falta de expectativa profesional y la ausencia de posibilidades para cumplir con los sueños en nuestro país, empujan a una cantidad de personas que es cada vez mayor, a buscar nuevos horizontes en otros lugares.

Este fenómeno no es nuevo, pero se ha incrementado ante la imposibilidad de concretar proyectos en nuestra “Terra Argéntea”.

Los vaivenes políticos de un entramado complejo que solo expone el echar culpas al otro, tergiversando la propia incapacidad para conducir, administrar y liderar, provocan un estado de acedia que confunde a la sociedad sumergiéndola en una parálisis generalizada.

Pareciera que ningún bien es posible y que nuestro destino de grandeza está determinado por trasgos, que al decir de Tolkien son orcos, pero orcos pequeños.

Esta situación golpea principalmente a los jóvenes, quienes justamente deberían ser los que porten las banderas del optimismo y la esperanza, de la lucha y la abnegación.

Por ello, es necesario pensar la Argentina del 2050, preparando a los líderes para enfrentar futuros “escenarios”. Esta es una forma de “pensar el futuro”, pero fundamentalmente una forma de poder decidir qué hay que hacer en el presente.

 

Para esto fundamos Argéntea, una asociación civil que promueve el mejoramiento de los liderazgos en la Argentina con una visión prospectiva.

Nuestro modelo está basado en valores de excelencia, integridad y compromiso, necesarios para el crecimiento individual y la difusión de ese bien.

Entendemos la excelencia como el esfuerzo por ser mejores cada día, focalizando nuestra atención en el detalle y velando por la profesionalidad en todo lo que hacemos.

En cuanto a la Integridad, procuramos obrar el bien con entereza, sin importar la dificultad del momento o las circunstancias.

Finalmente, el compromiso es asumir con entusiasmo las responsabilidades, cumpliendo la palabra empeñada y observándola con franqueza y rectitud.

 

Enfocamos nuestro trabajo en las etapas escolar, universitaria y profesional, desarrollando programas de diversa índole y creando puentes entre ellas.

Este trayecto de formación y capacitación es lo que llamamos el camino Argéntea.

En la etapa escolar, ayudamos a los jóvenes a descubrir sus talentos, los orientamos en las opciones profesionales y los acompañamos en el fortalecimiento de su personalidad.

En la etapa universitaria, nuestros esfuerzos buscan acrecentar las habilidades de liderazgo y gestión de los estudiantes.

En la etapa profesional, contribuimos con el desarrollo de las competencias necesarias para que los profesionales puedan desenvolverse en la complejidad del mundo público o privado.

A quienes recorren este camino, los integramos a la comunidad Argéntea, una red de contactos con vida propia que interrelaciona jóvenes con líderes de amplia experiencia, abriendo espacios de mutuo crecimiento, favoreciendo la formación, el mentoreo y la disposición de perfiles destacados.

 

Sabemos que para lograr un impacto transformador es necesario el trabajo en equipo y la coordinación de esfuerzos.

Nuestra esperanza es que esta pequeña empresa contribuya como guía y faro para delinear un rumbo trascendente a nuestra querida patria, convencidos que ningún viento es favorable para el que no sabe a qué puerto va.

“Transitamos hacia una Argentina Argéntea.»

Marcelo Bellezze